Giro d’Italia 2014./ CC ENGIE Italia en Flickr

Apuntes del Giro d’Italia 2016

Etapa 1: Apeldoorn - Apeldoorn (Países Bajos)

Fernando Alcalá-Zamora
2 min readMay 6, 2016

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Curiosos

Fernando Alcalá-Zamora

El ciclismo es un deporte para curiosos. Diré más: el ciclismo es una excusa genial. Durante cuatro, cinco o seis horas brinda la oportunidad de quedar sólo ante el televisor. Contemplando el rodar cíclico del pelotón o renegando del ronquido del familiar de turno, tanto da. También permite mirar más allá.

En la retransmisión de un partido de fútbol la escena te puede llevar a reparar en el curioso graderío, de ahí a la página de wikipedia del estadio en el que se disputa el choque y, saltando un poco más, llegar a sumergirte en la historia de la ciudad kazaja a donde tu equipo fue a parar tras el sorteo de la fase de grupos de la Champions.

El ciclismo alcanza su punto álgido cuando recupera y exprime al curioso que llevas dentro. Durante 190 kilómetros -Google Maps mediante- te sumerges en la ruta del día y, mientras los sufridos deportistas pedalean sin cesar, el fantástico invento de nombre internet va tejiendo una telaraña de hipervínculos irresistibles de abrir.

Aquí, un memorial de la I Guerra Mundial; allí, un bosque densísimo; más adelante, la torre derruida del chateau francés de la región. Y mientras tanto ellos, sobre el asfalto, enfrascados en la lucha deportiva. La que te proporciona la justificación necesaria para emplear horas y horas en la tarea de perderte a través de la geografía centroeuropea o de ocupar un valioso espacio de tu memoria aprendiendo que la ciudad neerlandesa de Apeldoorn cuenta con importantes fábricas de papel.

De no ser por la primera etapa del Giro d’Italia ’16 quizás nunca hubiese reparado en ello. Tampoco en los fantásticos jardines del palacio de Het Loo.

Palacio de Het Loo./ CC Youtube

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Fernando Alcalá-Zamora

Fútbol femenino, ciclismo y Copa de Europa en primavera. Editor de Las Islas.